Whisky sin fronteras
Si hay una cosa clara, es que el mapa del whisky está en plena revolución. Escocia, Irlanda, Japón y Kentucky, los grandes clásicos de siempre, siguen marcando el pulso con sus estilos llenos de identidad y tradición. Pero ahora, nuevos rincones del mundo se han sumado a esta fiesta de sabores. Las barreras geográficas se han esfumado, y destilerías en lugares inesperados están reinventando el arte del whisky, mezclando técnicas y maderas que antes eran exclusivas de otras latitudes. Es por esta razón que hoy encontramos whiskies ahumados en el sur de Inglaterra, matices de jerez en Escandinavia, y toques de Mizunara en Argentina. Parece una locura, ¿verdad?
Tranquil@, ya que para facilitarte el trabajo de investigación, he creado una breve guía, que es apenas el punto de partida de tu viaje. Te ayudaré a descifrar y a explorar las regiones, estilos, y tendencias que definen este universo, para que al final encuentres ese whisky que no solo hable tu idioma, sino que te sorprenda y te lleve a descubrir horizontes nuevos .
Recuerda que aquí no hay caminos trazados ni brújulas que te marquen el norte: solo la curiosidad y el gusto por lo desconocido. Así que prepárate y déjate llevar por una aventura que no tiene fronteras.
Escocia querida: el inicio de nuestro viaje
Lowlands: Sutileza con un toque sorprendente
Las “Tierras Bajas” de Escocia han sido tradicionalmente la cuna de whiskies suaves y elegantes, perfectos para aquellos que empiezan a explorar este universo. Ofrecen notas florales y herbales, toques de cítricos y un dulzor delicado que los hace encantadores y accesibles.
Pero las Lowlands han decidido romper moldes, y Bladnoch es prueba de ello. Esta icónica destilería ha sacudido las expectativas con whiskies que sorprenden por su profundidad: barricas de jerez que aportan capas de fruta madura y toques ahumados que antes solo imaginaríamos en Islay. Así, Bladnoch redefine lo que pensamos de las Lowlands, demostrando que también aquí podemos encontrar sabores oscuros y robustos, perfectos para quienes buscan intensidad en su copa.
Speyside: La golosina que te enganchará para siempre
Speyside, o el «Triángulo de Oro» del whisky escocés, es el hogar de destilerías tan icónicas como Glenfiddich y Macallan. Aquí los whiskies tienden a ser dulces y afrutados, ideales para aquellos que aman los sabores de manzana, pera, miel y un toque de vainilla. Muchos whiskies de Speyside maduran en barricas de oloroso o amontillado, de ahí ese toque profundo y vínico.
Tip divertido: Si eres de esos que en cada cata de whisky “busca el toque vinícola”, Speyside es tu lugar. Los españoles (lo digo por la cercanía geográfica), suelen reconocer el sabor de las barricas de jerez en estos whiskies, y Speyside lo lleva a otro nivel. Es como estar en una sobremesa dulce y llena de especias… solo que, en vez de pastel, tienes un whisky delicioso.
Highlands: Una aventura para todos los gustos
Si te consideras un explorador, en busca de nuevos horizontes, las Highlands son tu mapa. Imagínate recorriendo sus montañas, los picos nevados, sus costas rugosas, enfrentándote a la impredecible naturaleza escocesa: vientos salados, cielos cambiantes y paisajes que parecen sacados de un cuento épico.
Y es que, al igual que sus paisajes, los whiskies de las Highlands son tan diversos que no se pueden encasillar en un solo estilo. Cada botella es como un capítulo de un libro lleno de historia, misterio y tradición. Aquí una idea:
- Highlands del Sur: Suaves y secos, estos whiskies te susurran historias de campos verdes y tranquilos, perfectos para quienes buscan algo delicado y sutil. Un Aberfeldy o un Glenturret son excepcionales como ejemplos.
- Highlands Orientales: Más afrutados y complejos, densos y armónicos ofrecen una experiencia suave y llena de matices. Son ideales para desbloquear el nivel intermedio de tu viaje en el mundo del whisky. El día que te sientas inspirado, prueba un Glen Garioch de 15 años, no te arrepentirás.
- Highlands del Norte: Rudos como las costas que los abrazan, estos whiskies son salados y malteados, evocando la brisa marina de lugares como Old Pulteney. Son para quienes desean ese toque de bravura costera en su copa. Te va a despeinar, asegurado.
- Highlands Occidentales: Destilerías como Oban y Ben Nevis ofrecen whiskies con carácter costero y, a veces, un ahumado sutil. Son perfectos para quienes buscan una experiencia más fuerte y memorable. Nunca decepcionan. Aquí hay un antes y un después….cuando llegas a este nivel, concédete una medallita!
Islas: un mundo salvaje y salado
No es una región oficial, pero Escocia tiene varias islas que producen whisky y son dignas de mención propia. Las islas como Arran, Jura, Mull y Raasay ofrecen sabores de lo más salvajes, costeros y minerales. Aquí cada isla es como una micro-zona con su propio “terroir” y personalidad.
Dato gracioso: En Raasay, puedes probar whisky hecho con agua de lluvia pura de la isla. Esta gente vive en el 2824. Flipas. El Isle of Raasay Single Malt, tiene una expresión única madurada en barricas de Manzanilla de San Lúcar y está que te mueres!!
Islay: ahumado, salvaje y único
Islay es donde el whisky se convierte en una experiencia rockera: es un auténtico festival de sabores y emociones. Esta isla, famosa por sus whiskies ahumados, tiene un perfil único que mezcla turba, humo y notas salinas, especiadas, a veces incluso con un toque a algas y tierra. Destilerías como Laphroaig y Caol Ila ofrecen whiskies tan potentes que, una vez que los pruebas, quedarán grabados en tu memoria para siempre. Beber un Islay es como sumergirse en una hoguera de sabores.
Importantísimo: El sabor ahumado suele ser un «sí o no» rotundo. O te enamoras de esa sensación de estar respirando el fuego de una fogata, o simplemente no es lo tuyo.
Si eres de los que disfruta de ese toque rudo y profundo, Islay te sorprenderá y te atrapará. Y si el ahumado te parece demasiado fuerte, no te preocupes. En Islay también hay opciones más suaves, como Bunnahabhain o Bruichladdich, que capturan el alma de la isla sin tanta intensidad. Si la boca te hace agua, prueba un Bunnahabhain Stiúireadair…es como encontrar la calma en medio de la tormenta.
Campbeltown: el trago que te deja huella
Aunque la isla hoy en día alberga solo tres destilerías, compensa con creces con unos whiskies que son una auténtica joya. Los whiskies de Campbeltown son robustos, profundos y llenos de carácter, con una complejidad que fusiona lo salino, lo ahumado, lo herbal y un toque dulce de caramelo. Es como si en cada botella se concentrara todo el espectro de sabores escoceses, un verdadero juego sensorial que no deja indiferente a nadie.
Ahora, si hablamos de lo que realmente pone a Campbeltown en el mapa, Springbank es un nombre imprescindible. Esta destilería es una leyenda viviente, conocida por su estilo único y su enfoque artesanal, además de un referente para los verdaderos entendidos. Si por alguna casualidad encuentras alguna botella del 18 años o del 21, cómprala y trátala como si fuera un Ferrari 250 GTO.
Spoiler: Si eres un aficionado que busca algo fuera de lo común, que desafíe tu paladar, Campbeltown es la parada obligada. Aquí no encontrarás whiskies fáciles ni monótonos.
Y si eres un amante del single malt, no puedes perderte otro de mis favoritos del mundo mundial… un Glen Scotia Victoriana. Este whisky, con su mezcla de cuerpo robusto y elegancia, es con diferencia uno de los mejores que he probado en mi vida. Prepárate y busca un momento especial. Es una p*** montaña rusa.
A ver qué más hay…
Si con todo esto aún no te ha explotado la cabeza…recuerda que aún ni hemos salido de Escocia. Más allá de sus costas y colinas, encontramos regiones emergentes en Asia, América y Europa que ofrecen una gran variedad de estilos y sabores únicos, que están revolucionando la industria con sabores e ideas frescas y una energía vibrante que merece ser explorada. Así que, sin más dilación, veamos qué más tiene el mundo del whisky para ofrecernos…
Whiskey Irlandés: Suavidad y versatilidad
Si buscas suavidad y un whisky fácil de disfrutar, el whiskey irlandés es la respuesta. Su triple destilación le da una suavidad característica que lo hace perfecto para quienes se inician en el mundo del whisky o para aquellos que prefieren algo más accesible pero delicioso. Destilerías legendarias como Jameson o Bushmills ofrecen opciones suaves y florales, mientras que Teeling da un giro con whiskies más complejos, que van desde lo afrutado a lo ligeramente especiado. También recuerdo una gran cata de los Green Spot (seguido por Yellow Spot), y del Two Stacks…qué ricos!!!! Entre mis favoritos por su equilibrio perfecto entre dulzura, picor y un toque sutil de madera. Si aún no has probado un irlandés, este es un gran punto de partida.
American Whiskey: Puro Rock’n Roll
Cruzamos el Atlántico y llegamos al whisky americano, donde el bourbon y el rye se llevan la corona. El bourbon, elaborado principalmente de maíz y envejecido en barricas nuevas de roble carbonizado, destaca por su dulzura robusta. Notas de vainilla, caramelo y roble tostado lo convierten en una bebida reconfortante y sabrosa; etiquetas como Elijah Craig o Willett son un must a probar.
Para quienes buscan sabores más intensos y especiados, el rye es ideal. Este whisky de centeno ofrece un perfil audaz, con notas de pimienta negra y clavo que le dan un toque seco y complejo, perfecto para disfrutarlo solo o en un Manhattan. Aunque muchos prefieren el rye en cócteles, te invito a probarlo puro; etiquetas como Rare Character Rye Maple Cask Finish o Old Pepper Barrel Proof (hermana de Woodford Reserve en Lexington) te harán sentir en una película del Viejo Oeste, con música de bluegrass de fondo.
Y para los aventureros, están los New Make Spirits o White Dogs: whiskies sin añejar que capturan la esencia cruda del grano y el proceso de destilación. Sin la suavidad de un whisky madurado, son potentes y únicos, perfectos para cócteles atrevidos como un Sazerac o una Paloma con sabor a resaca de 2 días (just kidding!)
Nos queda aún mundo por recorrer, y como sé que os gustan las emociones fuertes he dejado lo más cool para el final….check this out…
Japón
El whisky japonés es como un poema líquido: precisión, sutileza y elegancia. Se inspira en las tradiciones escocesas, pero con una vuelta de tuerca única. Es un whisky limpio y equilibrado, con notas florales y afrutadas, con un toque sutil, muy sutil de humo. A veces es como morder un melocotón maduro, otras veces te envuelven especias delicadas y madera. Whiskies como el Suntory Yamazaki o el Yoichi, de Nikka, son un must para cualquier amante del whisky. Pura magia, te lo aseguro. Y si puedes darte más que otro caprichito…recuerda probar cualquiera de los Karuizawa.
Escandinavia
Aquí se está gestando una revolución fresca, herbácea y llena de carácter. Los whiskies nórdicos están tomando protagonismo, sobre todo por sus sabores autóctonos. Piensa en un trago que sabe a naturaleza salvaje, con ingredientes locales y barricas de madera nórdica. El Stauning sueco te sorprenderá con su toque de especias y su frescura…específicamente el Stauning Curious, que tiene un registro parecido al de un mezcal. Una pasada!
Tasmania (Australia)
Si aún no conocías la escena del whisky australiano, Tasmania es el lugar que debes tener en cuenta. Con nombres como Lark, Sullivans Cove y Hellyers Road, esta región ha logrado un reconocimiento internacional que no pasa desapercibido. Hellyers Road, por ejemplo, se ha convertido en el whisky local más vendido en Australia, conocido por sus notas afrutadas y un carácter maltoso rico, todo gracias a la cebada tasmaniana. Y si hablamos de whiskies ahumados, usan una pequeña cantidad de cebada ahumada importada de Escocia.
India
Si eres más aventurero y lo que buscas es un perfil intrépido, potente y especiado, la respuesta es Amrut. Este whisky refleja a la perfección la rapidez con que maduran en los calurosos climas de la India. El Amrut Fusion es un híbrido increíble, que fusiona maltas escocesas con el alma india. El resultado es un whisky lleno de carácter, con sabores complejos que van desde especias intensas a mieles y melazas con ese toque picante que te hace cosquillas en el paladar. Buuum!
Sudamérica
En Argentina, la destilería la destilería La Alazana ofrece un perfil fresco y distintivo gracias a su maduración en las altas latitudes patagónicas, mientras que Black Wolf, en Buenos Aires, experimenta con barricas de roble que han contenido vinos como Malbec, Syrah y hasta maderas como la lenga, para darle un toque ahumado y terroso.
Chile también está marcando la diferencia con Wüfko, un whisky de malta destilado con maltas de la Araucanía, agua de manantial de la Cordillera de la Costa y turba de la Patagonia Magallánica. Su reposo en barricas de roble por 6 años en un clima de contrastes extremos (frío invierno y caluroso verano) le da una maduración acelerada, equivalente a 12 años en Escocia. Jaque Mate 😊…y además, destaca como uno de los primeros whiskies de mujer en Chile, creado por Evelyn Leyton, quien ha dejado una huella de innovación en la región. Bravo!
Tips para estas Navidades…
Algo me dice que ahora te apetece un whisky….así que porqué en esta época de reuniones, cenas con amigos y compromisos familiares, no organizas una cata a ciegas? Es la forma más divertida de descubrir nuevos whiskies entre amigos y ver quién tiene el mejor paladar en el grupo! Aquí van unos tips para que la experiencia sea un éxito: Primero, pídele a cada invitado que traiga una botella misteriosa (sin decir de dónde es….la sorpresa es clave!) Luego, organiza un orden para probar los whiskies sin saber cuál es cuál (aquí te dejo más tips y consejos), y que todos den su opinión sobre el sabor, la textura y el aroma. No olvides anotar tus impresiones, porque después de unas copas nadie se acuerda de nada! Y por último, que cada quien se sienta libre de ser curioso: prueba variantes de cócteles, juega con el hielo, o incluso atrévete con un whisky con un toque ahumado si aún no te has lanzado. Es tu momento para ser un verdadero explorador del whisky!
…y recuerden amigos
Disfrutar de un buen whisky va de la mano con la moderación y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Tomarlo despacio, apreciarlo y compartirlo es lo que realmente hace especial la experiencia. Una copa en compañía se convierte en un momento para relajarse, recordar historias y crear nuevas memorias. Porque al final, el whisky nos recuerda lo esencial de la vida: estar presentes, valorar los pequeños momentos y disfrutar de la diversidad que nos rodea y del placer de estar con quienes más nos importan.
¡Salud!
Si estás interesado en profundizar o en vivir una experiencia personalizada, no dudes en consultarme. Las catas privadas y las experiencias de inmersión son una gran manera de aprender y disfrutar en buena compañía.
¿Te animas?